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Surgen muchas dudas después de todas las informaciones publicadas que implican al partido socialista detrás del 11M: - Un alto dirigente del PSOE de Gijón, Víctor Huarte, miembro del Centro Nacional de Inteligencia, tuvo contactos directos en su condición de espía con los terroristas que asesinaron a 192 personas, tanto antes como después de los atentados. Además, el Ayuntamiento de Gijón le daba subvenciones que a nadie tenía que justificar para conseguir sus intereses partidistas;
- Se ha demostrado que terroristas del 11M estaban afiliados al PSOE: no olvidemos que es imprescindible en cualquier partido el aval de dos afiliados reconocidos para afiliarse. Por mucho que el Sr. Blanco, se apresurase a echarlo del partido, sabemos que el Sr. Blanco conocía la afiliación de dicho terrorista, ya que ayudó activamente en la campaña de la constitución europea bajo las siglas del PSOE;
- El vídeo de FAES demuestra la mentira que conformó en Partido Socialista de la mano de Prisa durante la jornada posterior al atentado para culpar falsamente al gobierno de Aznar. Todos recordamos la pregunta del terrorista que lo primero que preguntó en la cárcel fue si el partido socialista había ganado las elecciones, mientras Rubalcaba brindaba con champán que fuesen sus terroristas islamistas los culpables;
- El silencio del Sr. Rubalcaba que mantiene escrupulosamente desde la aparición del socialista gijonés en escena delata su complicidad en la trama. El portavoz del grupo socialista, buen conocedor de las malas artes por pertenecer al corrupto gobierno de González y de los GAL, ha desaparecido de los medios de comunicación. Cada vez son más las flechas que apuntan su vinculación hacia los hombres en el CNI de Rafael Vera, que sería el intermediario desde la cárcel entre el PSOE y los socialistas del CNI;
- Y el principal culpable de todo ello, el Sr. Zapatero, calla, otorga y esconde. Cierra la comisión, prima a las víctimas que están con él, crea cortinas de humo para desviar la atención social, no investiga: Ya consiguió lo importante, llegar a la Moncloa. Pagamos un altísimo precio por su capricho, pero ya lo consiguió, y por eso ya no quiere la verdad. Pues, a ti, señor de la falsa sonrisa traicionera, a ti señor Zetapé, TE EXIGIMOS TODA LA VERDAD.